PASAJE DE LODARES (Albacete)
Ver hilo de Twitter ALBACETE DE PASO. El encasillamiento de la obra de arte: los estilos artísticos.
Entre c/ del Tinte y c/ Mayor de
Albacete
Eclecticismo s.XX
Buenaventura
Ferrando Castells, 1925
Se
trata de una galería comercial con viviendas al modo de otras similares en
Europa, las Galerías Saint-Hubert de
Bruselas, aunque de pequeño tamaño acorde al de la ciudad. Hay pocos ejemplos
en España, solamente el pasaje Gutiérrez de Valladolid y el del Ciclón en Zaragoza.
Aunque
no se aprecie, salvo en barandillas, rejas y cubierta acristalada, el hierro es
básico en la estructura del edificio, lo que facilita la superposición de
numerosos elementos decorativos de estuco. La sillería se reserva sólo para la
primera planta.
La
fachada principal se abre a la calle del Tinte y se organiza en cinco plantas,
las mismas que en el interior, rematadas por un imponente alero; las dos
inferiores son para establecimientos comerciales y el resto para viviendas.
El
nivel inferior consta de cinco vanos, el central es la puerta de acceso, y los
cuatro laterales siguen su esquema de arco de medio punto peraltado pero con
balcones alabeados.
El
nivel superior, con sus tres pisos separados por balaustradas de importancia
decreciente, repite la cinco calles pero con galerías acristaladas en las pares.
La decoración escultórica se concentra en los pilares, los frisos, las ménsulas
y el alero.
La
composición simétrica y a modo de retablo ofrece, con su gran cantidad de
entrantes y salientes, fuertes claroscuros en contraste con el blanco de los
materiales, lo que acentúa una monumentalidad de la que carece el edificio por
su tamaño.
La
fachada de la calle Mayor, que es más estrecha, repite el esquema pero sólo con
tres calles, porque el promotor Gabriel Lodares (GL en las rejas de entrada) no
consiguió la compra del solar derecho (hoy hay una farmacia) con lo que la
fachada perdió sus dos calles de ese lado, los comercios y viviendas tienen
menos fondo que el resto y, lo que es más visible, la gran puerta enrejada de
acceso queda descentrada, rompiendo la simetría que debería tener.
El interior del pasaje es lo más interesante. A modo de calle cubierta por cristalera a dos aguas montada sobre estructura de hierro, la columnata le da un aspecto basilical sobre un largo eje de simetría. Las robustas columnas de porte jónico enmarcan los espacios comerciales y sostienen un gran arquitrabe sobre el que se abren, bajo arcos peraltados al igual que en las fachadas exteriores, balcones curvos. En los tres pisos superiores de viviendas balcones similares y sólo ventanas en el último, el de servicio. En los extremos del pasaje, sobre las portadas se levantan dos fachadas interiores alabeadas.
Todos los elementos de hierro se deben al taller local de José Tejados, y los escultóricos (atlantes y cariátides, guirnaldas, amorcillos, alegorías, ménsulas, jarrones…) a Sánchez Corredor.
La
luz cenital juega un papel muy importante en estos espacios cerrados.
Es
problemática la adscripción del edificio a un estilo concreto. Aunque los
medios lo catalogan como modernista, posiblemente de deba más al tirón que
tiene la denominación que a su coherencia formal.
Ciertamente
puede coincidir, tardíamente, en el tiempo, es una arquitectura burguesa con
una finalidad comercial (alquiler de espacios) y con algunos elementos próximos
al naturalismo modernista (rejas, balcones curvos…) pero poco más. Es evidente
el porte clasicista de la columnata y de los artesonados de los dos pórticos. También
la influencia barroca en el quiebro de las fachadas, la profusión decorativa y
el uso del estuco. Y por supuesto la arquitectura del hierro en el tragaluz
acristalado. Incluso un toque Así que, puestos a encasillar las obras de arte,
ésta entraría dentro de ese amplísimo grupo de obras que se suceden en paralelo
a otros estilos desde el s. XIX al XX y que denominamos eclecticismo; de “eklektós” (escogido). Una denominación
que puede sugerir falta de originalidad por los elementos usados pero que, en
ocasiones como ésta, dan resultados globales de gran valor estético (a destacar
también la Casa del Hortelano, hoy Mº de la Cuchillería)
Por
estas mismas fechas, no debe confundirse el eclecticismo con el historicismo
que imita un único estilo del pasado (neogótico, neomudéjar…).
Numerosos
edificios pertenecen a estos estilos en la ciudad de Albacete que tuvo un
importante desarrollo urbanístico desde finales del XIX hasta 1936. Lodares fue
un ejemplo de burgués emergente implicado en la política (alcalde de la
ciudad). Esencialmente burguesía comercial, así, tanto esta construcción de
locales de alquiler como el Gran Hotel de Albacete obedecen a sus intereses en
el sector terciario.
Sólo
puede visitarse en horario comercial pues al finalizar éste, el espacio, que es
privado, cierra sus puertas.
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